Introducción
El
presente estudio pretende realizar un análisis lógico y ordenado de
los períodos, edades o dispensaciones en la que está dividido el
plan profético de Dios para la humanidad, y que están contenidas en
el relato bíblico.
Dios
ha hablado en su palabra de diferentes tiempos o “sazones” para
la humanidad tanto en general como en particular, especialmente con
sus tratos con el pueblo de Israel y con la iglesia. Muy poco se oye
hoy en algunas iglesias sobre cómo Dios se ha revelado
progresivamente al hombre a través de los tiempos, no obstante, este
es un tema claramente definido en la Biblia. Se menciona por ejemplo
el tiempo de la ley y ahora el tiempo de la gracia o la era de la
iglesia; vendrá el tiempo de la gran tribulación y el tiempo cuando
Cristo vendrá a reinar sobre la tierra, etc. El cristiano debería
tener un entendimiento claro de estos temas lo cual le ayudaría a
tener una visión más completa de la veracidad de la Biblia,
fortalecería su fe en un Dios santo y bueno cuyo propósito es
restaurar a la humanidad de su estado caído y transformarla a la
imagen de su Hijo Jesucristo. Este plan ya estaba en la mente de
Dios, incluso desde antes de los tiempos, el cual ha sido revelado en
su Palabra y se está ejecutado de manera precisa.
No
pretendo cubrir este tema hasta agotarlo pues la Biblia es
inagotable, le toca al estudiante de la Biblia ahondar más en lo que
se va a estudiar, de lo cual sólo mi intención es poner las bases y
despertar el deseo de conocer más a fondo la Palabra de Dios.
Comenzaremos
este estudio definiendo los términos relacionados con los tiempos en
la Biblia para ir luego ampliando el esquema general de las edades
bíblicas.
El significado de las edades en la Biblia
La palabra edad en teología se refiere a un lapso
de tiempo que puede ser definido o indefinido, según sea el caso y
el contexto, en el cual se desarrolla una etapa del propósito de
Dios para la humanidad. Se utilizan también las palabras: época,
era, período. En la Biblia se utilizan distintas palabras para
referirse a los distintos períodos de tiempo.
1.Siglo o siglos: esta es la palabra griega
aión, que en la Biblia Reina Valera se traduce en distintos
pasajes como: siglo, mundo, para siempre, nunca, jamás, principio,
eternamente, universo, eternidad. También encontramos aiónios
que se traduce como: eterno, sempiterno, para siempre.
Podemos ver que en el Nuevo Testamento estas
palabras la mayoría de las veces muestran un período de tiempo que
puede ser extremadamente largo o indefinido, es decir, sin término;
y que hace énfasis a los eventos o condiciones asociados a ese
período. El diccionario Vine dice lo siguiente:
aion (αἰών, 165), una edad,
era... significa un período de duración indefinida, o tiempo
contemplado en relación con lo que tiene lugar en el período. El
sentido que tiene la palabra no es tanto el de la longitud misma de
un período, sino el de un período marcado por características
espirituales o morales.
Aionios, adjetivo que se corresponde
con aion, es puesto en contraste con proskairos, lit., «por una
sazón» (2 Co 4.18). Se utiliza de aquello que es por naturaleza
interminable, como, p.ej., de Dios (Ro 16.26), su poder (1 Ti 6.16),
su gloria (1 P 5.10), el Espíritu Santo (Heb 9.14), redención (Heb
9.12), salvación (5.9), vida en Cristo (Jn 3.16), el cuerpo de
resurrección (2 Co 5.1), el futuro gobierno de Cristo (2 P 1.11),
que es declarado como que «no tendrá fin» (Lc 1.33), del pecado
que nunca tiene perdón (Mc 3.29), del juicio de Dios (Heb 6.2), y
del fuego, uno de sus instrumentos (Mt 18.8; 25.41; Jud 7).
Así
que, debemos entender “siglo” en el NT no como un período de
cien años como comúnmente se conoce, sino según el contexto, como
un tiempo asociado a un evento o condición que no tiene fin o cuya
duración es extremadamente larga.
Cuando
se traduce como “mundo” está haciéndose referencia al sistema
que opera en el mundo en un tiempo o edad definida que no
necesariamente es eterno pero si contempla mucho tiempo, como por
ejemplo, el presente siglo malo, dándose a entender que el sistema
en el tiempo actual es maligno, sin embargo, este mundo con su
sistema asociado tendrá su fin, no es eterno.
Los
siglos, por lo tanto, también son los períodos de tiempo dentro de
los cuales Dios está revelando su propósito eterno y para la
eternidad, el cual está cumpliéndose en Cristo. Veamos algunos
pasajes que arrojan esta idea:
1
Timoteo 1:15-17
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
15 Palabra
fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al
mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el
primero.
16 Pero
por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en
mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de
creer en él para vida eterna.
17 Por
tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y
sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los
siglos. Amén.
Hebreos 9:26
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
26 De
otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde
el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los
siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí
mismo para quitar de en medio el pecado.
1 Corintios 10:11
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
11 Y
estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los
siglos.
1 Corintios 2:7
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
7 Mas
hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la
cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
2 Timoteo 1:9
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
9 quien
nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras
obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada
en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
2.
Tiempo o tiempos: el primero es cronos, en griego, para
referirse al tiempo como los años, meses, días, horas, es decir,
tiempo medido; y el segundo es kairós, también en griego, para
significar los tiempos como las épocas del año o el momento
oportuno (tiempo específico) para realizar algo.
El
diccionario Vine define tiempo de la siguiente manera:
1.
cronos (χρόνος, 5550), de donde provienen los términos
castellanos que comienzan con cron–,denota un lapso de tiempo, sea
largo o corto: (a) implica duración, ya sea más larga (p.ej., Hch
1.21: «todo el tiempo»; Hch 13.18: «por un tiempo»; 20.18: «todo
el tiempo»); o más corta (p.ej., Lc 4.5, VM: «un momento de
tiempo»); (b) en ocasiones se refiere a la fecha de un
acontecimiento, sea pasado (p.ej., Mt 2.7), o futuro (p.ej., Hch
3.21; 7.17).
2.
kairos (καιρός, 2540), primariamente una medida apropiada, una
proporción ajustada. Cuando se empleaba del tiempo significaba un
período fijo o definido, una sazón; en ocasiones un tiempo oportuno
en sazón (p.ej., Ro 5.6: «a su tiempo»; Gl 6.10: «a su tiempo»).
En Mc 10.30 y Lc 18.30: «en este tiempo» (kairos), esto es, en esta
vida, se da en contraste con el «siglo venidero» (véase SIGLO). En
1 Ts 5.1: «los tiempos y las ocasiones» (VM: «los tiempos y las
sazones») «los tiempos» (cronos) se refiere a la duración del
intervalo anterior a la parusía de Cristo y el intervalo de tiempo
que esta tomará , así como a otros períodos; «las sazones» se
refiere a las características de estos períodos. Hablando en
términos generales, cronos expresa la duración de un período,
kairos destaca su caracterización por ciertas peculiaridades; así
en Hch 1.7: «el Padre puso en su sola potestad» tanto los tiempos
(cronos), las duraciones de los períodos, como las sazones (kairos),
épocas caracterizadas por ciertos acontecimientos; en 1 Ts 5.1:
«tiempos» se refiere a la duración del intervalo antes que tenga
lugar la parusía (la presencia de Cristo con los santos cuando venga
a recibirlos a sí mismo en el arrebatamiento), y a la duración del
tiempo que tomará la parusía; «sazones» se refiere a las
características especiales del período antes, durante y después de
la parusía.
Los
tiempos proféticos para el cumplimiento de los propósitos de Dios
son el kairós, en contraste con la hora o el día del cumplimiento,
el cronos. Esta idea se ve claramente definida por Jesús mismo antes
de su ascensión:
Hechos 1:6-8
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
6 Entonces
los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo
[cronos]?
7 Y
les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos [cronos]
o las sazones [kairós], que el Padre puso en su sola
potestad;
8 pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los
discípulos preguntaron sobre el tiempo cronos, es decir, el momento
específico para establecer el reino mesiánico. Sería como
preguntar la fecha en que va a venir Cristo de nuevo. La respuesta de
Jesús fue que el Padre ha fijado la fecha (cronos) y el momento
oportuno (kairós) para que eso se realice y no era competencia de
ellos saberlo. De esto se desprende claramente la idea de que Dios ha
trazado un plan bien definido con los tiempos ya establecidos, los
cuales conoceremos hasta que se cumplan.
En
la Biblia se da una visión general de los kairós pero sin fechas
definidas, el cronos. Es como ver un cronograma con los eventos ya
fijados pero sin que se hayan puesto las fechas, no porque no las
haya definido el que diseñó el cronograma sino porque solo quiere
dar a conocer cuál es el plan, pero el tiempo específico se lo ha
reservado para no darlo a conocer aún, excepto lo que ya se ha
cumplido del cronograma, lo cual es evidente.
Para
nuestro propósito, el plan de Dios está claro en lo que se ha
revelado en el Antiguo Testamento en lo referente a profecía
cumplida. En el tiempo presente desde que Cristo ascendió al cielo
hemos visto el cumplimiento del tiempo de la gracia, todavía falta
ver la profecía no cumplida.
Se
puede concluir que el tiempo definido por Dios está establecido en
siglos que corresponderían a períodos específicos, los cuales a su
vez incluyen el kairós, los tiempos o épocas para se cumpla su
propósito y éstos a su vez tienen el tiempo definido en cronos, es
decir, la fecha, día y hora específica. Dios no hace nada al azar o
por puro capricho, él es un Dios de propósitos los cuales va a
cumplir en su tiempo. Veamos algunas referencias
Romanos 3:25-26(RVR1960)
25 a
quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto,
en su paciencia, los pecados pasados,
26 con
la mira de manifestar en este tiempo [kairós] su
justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al
que es de la fe de Jesús.
Romanos 5:6(RVR1960)
Marcos 1:14-15(RVR1960)
14 Después
que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el
evangelio del reino de Dios,
15 diciendo:
El tiempo [kairós] se ha cumplido, y el reino de
Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio.
Romanos 16:25(RVR1960)
25 Y
al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de
Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido
oculto desde tiempos eternos [cronos aiónios].
Hechos 3:21-22(RVR1960)
21 a
quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos
[cronos] de la restauración de todas las cosas, de
que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde
tiempo antiguo [aiónios].
22 Porque
Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará
profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en
todas las cosas que os hable;
1 Pedro 1:20(RVR1960)
20 ya
destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado
en los postreros tiempos [cronos] por amor de vosotros,
3.
Dispensación: una dispensación o “economía” es un período
o edad definido de la historia bíblica. Es una era bien demarcada,
tiene un inicio y un final. En teología se le define como: la
ordenación de eventos bajo autoridad divina.
La
Biblia anotada de Scofield en la nota 1 de Génesis 1:27 da la
siguiente definición: “Es un período durante el cual el hombre es
puesto a prueba con referencia a cierta revelación específica de la
voluntad de Dios.” Lewis Sperry Chafer en su teología sistemática
(prologo p.xii) dice lo siguiente: “El estudio dispensacional de la
Biblia consiste en la identificación de ciertos períodos de tiempo
bien definidos que son divinamente indicados.”
Dispensación
es en el Nuevo Testamento la palabra griega oikonomía, que se
traduce como: mayordomía, comisión, dispensación, administración.
El
diccionario Vine define dispensación de la siguiente manera:
oikonomia
(ὀικονομία, 3622), significa primariamente el gobierno de
una familia, o de los asuntos de una familia (oikos, casa; nomos,
ley); luego, el gobierno o administración de la propiedad de otros y
se usa por ello de mayordomía (Lc 16.2,3,4). Fuera de ahí, se usa
solo en las Epístolas de Pablo, quien lo aplica: (a) a la
responsabilidad que le ha sido encomendada de predicar el evangelio
(1 Co 9.17: «comisión»; RV: «dispensación»); (b) de la
administración que le fue entregada, para que anunciara
«cumplidamente la palabra de Dios», siendo este anuncio efectuado
cumplidamente la revelación de la plenitud del ciclo dispuesto e
impartido de verdades que son consumadas en la verdad relacionada con
la iglesia como el cuerpo de Cristo (Col 1.25; RVR: «administración»;
«dispensación»); igualmente en Ef 3.2, de la administración que
le fue dada de la gracia de Dios (RV: «dispensación») con respecto
al mismo «misterio»; (c) en Ef 1.10 y 3.9 se usa de la disposición
o administración de Dios, por la cual en «el cumplimiento de los
tiempos» (o eras) Dios reunirá todas las cosas de los cielos y de
la tierra en Cristo. En Ef 3.9 algunos mss. tienen koinonia:
«comunión», en lugar de oikonomia: «dispensación». En 1 Ti 1.4
oikonomia puede significar una administración en el sentido de (a),
o bien una dispensación en el sentido de (c). No se debe aceptar la
lectura oikodomia: «edificación», que consta en algunos mss.
Nota:
Una dispensación no es un período ni una época (uso común, pero
erróneo de la palabra), sino un modo de tratar, una disposición o
administración de los asuntos. Cf. oikonomos, mayordomo; y
oikonomeo, ser mayordomo, administrar. No obstante, sí es cierto que
las diversas épocas del pasado han visto diversos modos de gobierno,
y han quedado marcadas en sus características por el modo de
administrar Dios sus tratos con los hombres en el curso del tiempo.
Según
lo anterior una dispensación por definición etimológica no es un
período de tiempo sino una administración de los asuntos
relacionados a algo, sea una casa, negocio; o una comisión, una
responsabilidad encomendada para cumplir un objetivo. Por ese motivo
se ha definido en teología una dispensación como: la ordenación de
eventos bajo la autoridad divina, los cuales están delineados en
períodos de tiempo arbitrarios.
El
énfasis no debería estar en el tiempo sino en el trato o pactos que
Dios ha hecho con la humanidad y el tiempo que se ha mantenido ese
pacto viene a ser distintivo de la edad. La división en edades o
dispensaciones hace hincapié en cómo Dios ha tratado de llevar a
cabo su plan, los medios y las personas que ha escogido para
realizarlo durante un período específico de la historia. Por lo
tanto, se concluye que una dispensación es una economía o
administración de eventos en los que Dios interviene de manera
soberana para cumplir su propósito. Veamos algunos pasajes bíblicos
que arrojen luz sobre este concepto:
Efesios 1:9-10
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
9 dándonos
a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual
se había propuesto en sí mismo,10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación [oikonomía] del cumplimiento de los tiempos [kairós], así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
Efesios 3:2-10
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
2 si
es que habéis oído de la administración [oikonomía]
de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,
4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,
5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,
7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.
8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación [oikonomía] del misterio escondido desde los siglos [aiónios] en Dios, que creó todas las cosas;
10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
La
administración o economía de Dios se hace evidente en la escogencia
de hombres y mujeres para que cumplan un llamado específico que
contribuye a cumplir su propósito en el tiempo que corresponde a esa
administración o dispensación. En los pasajes citados de la carta a
los efesios vemos como Pablo mismo dice que la administración de la
gracia para los gentiles le fue encomendada a él, y esta gracia
consiste en que tanto los judíos como los gentiles son copartícipes
de la misma promesa la cual es Cristo, la cual se manifiesta en que
son miembros de la iglesia de Cristo, su cuerpo, y ese era el
propósito de Dios para su cumplimiento en el tiempo designado
correspondiente a esa dispensación o administración.
Teniendo
clara esta idea se puede comprender cómo Dios ha intervenido en la
historia bíblica en períodos definidos dando revelación y
estableciendo pactos que en su conjunto apuntan a un objetivo general
y es el de reunir todas las cosas, las que están en la tierra como
las que están en el cielo, por medio de Cristo.
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